Parece que era él;
pero, no era.
Y, ¿si lo fuera?
Creí que eran sus manos
cargando un espejismo
y el sol siguió saliendo, cada día.
Presentí que llegaba
y pude vislumbrarlo, en el lugar
más hondo de mis párpados fríos.
Creo que juega, a veces,
con mis frágiles velas
tendiéndome su ausencia,
como feroces olas.
Y es, como si peleara
contra un mural de rosas.
Parece que era él,
pero…no importa.
“Parece que era él”…
Ese deseo, esa ansia, de encontrar a ese ser anhelado a la vuelta de cualquier esquina…
Bello poema poetisa.
Un poema de tanta belleza como dureza, a partes iguales.
Que duro es ver, como cada día, esa persona a la que amas, con la que compartes todo, a la que crees que conoces, poco a poco va desapareciendo, hasta darte cuenta de que convives con un autentico extraño.
Que sentir tan bien contado en este impactante poema.
Te aplaudo Lucía.
Hermoso poema, Lucia
Bello poema! Tus versos dicen tanto, pero como si nada… como en este hermoso final:
todo importa a veces… Grande este poema, Lucía!
Toda una llamada del amor en los ojos y en el sentimiento como si fuera real, espejismo del deseo, poeta!!!
La tonada de la espera
Rondando esquinas y esferas
En los murales rosados
Quedan suspiros ahogados.
Una etapa muy romántica con matices íntimos están reflejados en estos versos.
Un juego de encuentros y desencuentros.
Bonito poema.
Agradecida siempre, querido poeta. Un abrazo.
Agradezco el bello análisis que haces de mi sencillo escrito, querido poeta. Un abrazo.
Gracias, poeta. Un abrazo.
Esos espejismos que juegan con el sentir, que alegran y al mismo tiempo desilusionan al instante. Precioso, muy bello. Saludos cariñosos.
Agradecida con tu amable visita, querida María. Abrazos.
Gracias por pasar, poeta. Abrazos.
Muy amable por tu visita, poeta. Un abrazo.
Gracias por pasar, querido poeta.