Espantapájaros cruel,
la envidia, en vuelo ligero,
apenas alzó el jilguero,
y viertes burlona hiel.
Nubes alcanzar con él
añoraba tu sombrero;
mas en medio el aguacero,
de idiotez lo hiciste fiel:
Cuando traspasó agua fría
sus entrañas: «¿Cómo es esto,
le dijiste, tú guanajo?
¿Mientras nube te expandía
entre luz sereno gesto,
no te dijo: “Pronto bajo”?»