He escrito tanto de ti
que no queda espacio en blanco.
Sobre ti ya he escrito tanto
que he agotado la palabra,
no consigo hacerla hablar.
Quiero encontrarle un lugar
a este verso que resbala
por la tarde envenenada,
que retuerce mis cimientos
hasta hacerlos desangrar.
Ya no sé ni lo que siento,
me derrumbo y rompo a versos
que se quedan enquistados
sin hallar el hueco en blanco
donde escribirte de nuevo
para hacerte regresar.
He escrito tanto tu nombre
que ha perdido su sentido.
Ya no sé ni lo que digo,
ni si escribo o pienso en alto,
si es que te he querido tanto
que solo pienso en odiarte
y en borrar todo lo escrito,
para ya no más pensarte,
para no quererte más.
Es original escribir versos octosílabos sin seguir ninguna norma impuesta, simplemente versos de ocho sílabas, en los que el poeta da licencia a su poesía, para navegar mares desconocidos, en los que la rima no tiene ataduras y en los que es el poeta el que dicta el rumbo poético y métrico. Sin duda tu poesía tiene la magia del poeta que ha navegado muchos mares y que maneja el timón de la poesía a su antojo. Me parece una poesía francamente buena y llena de originalidad e innovación. Un saludo, amiga.
He tenido que leer dos veces tu comentario para darme cuenta de esos detalles de mi poema que ni yo misma había descubierto.
Muchísimas gracias por tu generosidad en el análisis, compañero
Rítmicos octasílabos recapitulando todos los escritos de ese amor hasta que no quedan espacios en blanco para continuar añorándolo, se agotan las miradas, amiga!!!
Hay amores que duelen tanto que gastamos hasta las lágrimas, y después de tanto suspirarles nos damos cuenta de que ya no hay cómo regresar al principio, solo nos queda mirar para delante con optimismo y agradecimiento, sin importar qué.
Siempre hay que agradecer porque de todo aprendemos algo, ya sea malo o bueno.