En mi infancia y de la mano de una adulta, a la orilla de un mar tranquilo se levanta una ola catarata y firme que tarda en caer unos segundos. Y yo que miro hacia arriba con la boca abierta, en silencio y sin miedo, la belleza que ruge frente a nosotras. Y sé que va a caer, y nos cae encima, y no morimos, sólo giramos y estamos en casa.
Una niña amiga cuenta que a las dos nos cayó un rayo en medio de un claro en un bosque, todo verde a cielo abierto, mientras jugábamos. Y yo asiento y luego pregunto a un lado si es cierto, y ella no entiende por qué no recuerdo, y me explica todo y juntas seguimos contándolo. Nos cayó un rayo y fue precioso, y no morimos, solo corrimos lejos de lo que en realidad era asfalto.
Y esos momentos no acaban de ser recuerdos, se mantienen intactos en la memoria en una sola imagen para cada uno; el recuerdo es haberlo contado y que nadie dijera hasta ahora que no podían ser ciertos. Será que en la niñez nos siguen el juego, sin saber quizá que esas fantasías se quedan muy adentro y hasta en la edad adulta una duda si de verdad ocurrieron. Y es precioso, y por contarlo igual de cierto. Ya es poema.
Ya veo que siempre fuiste linda, querida Tali, desde esos años mirando al futuro que hoy es presente, que también será un mañana.
Los entornos desde la infancia, son vestidos que nunca quedan grandes y se visten a la medida del tiempo…, siempre que se recuerdan, son imperecederos. No permiten que se olviden. Los relatos expresados a través del tiempo, siguen siendo ciertos, como fantasías memorables que nos demuestran que fuimos niños enorgulleciéndonos de volver a serlos ayer, hoy y siempre.
Me gustó el relato, porque como tu, todos, aunque no te imitemos escribiéndolo, también compartimos esplendores con ojos infantiles, los idealizamos y contamos muchas veces… ¡Y no hemos dejado de creer en éllos.
Me encantó.
Abrazos
Bonito lo que narras! Ahora se entiende mejor tu poema anterior…
Yo pienso que, muchas veces, los recuerdos de infancia se modifican al antojo de la imaginación en esa frontera nebulosa entre la realidad y la fantasía…
Ahh que bonito, que bien desarrollado, esa trama y juego infantil que se quedan con el tiempo anclados entre dos mundos, dos verdades o tal vez dos fantasías pero que están ahí en nuestra memoria, en nuestros recuerdos, amiga!!! Jjj que foto más simpática, toda una aventurera!!!