He perseguido La Luz
con mis pasos de sombra
con mi vida y con mi sombra
con mi vida sin sombra
y con mi sombra sin vida.
He perseguido La Luz,
esa, la de Llama Inmarcesible,
la de Vida inextinguible
la de naturaleza inalcanzable,
tan inconquistable
como el último dígito π.
He perseguido La Luz
andando en el valle de sombra y de muerte
sin candil ni luciérnaga,
a veces a paso lento,
a veces a paso acelerado,
y haber siempre pensado;
que nunca la he de alcanzar.
Y mientras la sigo y la persigo,
tras de mí;
una esencia, una presencia,
una sustancia inexplicable,
me persigue, me procura y me anhela;
aún antes
del principio del espacio y del tiempo
me ha perseguido,
y me ha de perseguir incesantemente
hasta el fin de los tiempos;
hasta el final de mi tiempo. . .
Para ser luz, hay que pasar por la oscuridad. La luz es oscuridad en potencia y potenciada. De momento, de estado en estado, incesante cambio. Tu poema es la térmica. Tu vida la decisión de usarla. Siempre que te leo, me conmuevo en esencia. Conmoverse es moverse a… gracias por eso y más. Felicidades, querido poeta! Abrazo de luz y sombra.
Todos perseguimos la luz, que representa la verdad, la libertad, el entendimiento. Que una explicación arroje luz, que un poema sea luminoso. Es el caso. Aplausos, Alejandro
Desde el principio del poema me he trasladado a otro tiempo y espacio, he aparecido en Egipto y he escuchado hablar a Ra, todo lo que he oído me ha parecido fascinante y al final he acabado por creer en él. Me he vuelto su adorador. Mañana cuando salga por el horizonte, le haré una reverencia y me acordaré de este poema. Magnífico poema, por otra parte. Un saludo.