Esta noche sin estrellas
ni luna, de cielo emborronado
de tiempo lento y atrasado
de pesados pasos
de sosegados movimientos,
escucho el mar
romperse contra el acantilado
dejándome llevar por su sonido
camino descalzo
entre mis dos nadas
mi sueño y mi pensamiento
esperando ese oportuno instante
para subirme al viento
que me suba a la cima
desde donde pueda contemplar
mi destino, cansado y agotado
con el silencio arrugado de mi mente
escucho el eco de mi conciencia
mirando ese horizonte
que ya se ha alejado de mi orilla
y en ese pestañeo de duda
surge ese tal vez
si acaso el destino quiere
que ese horizonte regrese
a mi playa.
Pippo Bunorrotri 16/05/25