Ese amigo constante que callado te espera,
que nunca se ha quejado cuando lo dejas solo,
que te acompaña siempre en las noches oscuras,
que contigo se alegra, padece, o desespera.
Nunca dice que no cuando lo necesitas,
arropa tu nostalgia, confirma tus ideas,
te susurra al oído o a veces vocifera.
Es tu mejor amigo aunque no lo comprendas,
está contigo siempre, de la mano, del alma,
a tu lado en el llanto, en la risa, en el canto,
lo mismo en la tragedia que en la más pura calma.
Es ese que elimina, de tus ojos, las vendas,
que se adapta a tu ritmo,
tu locura,
tu encanto…
¡Ese amigo es un libro, regalo sacrosanto!
–ALDA–
Imagen: Propia (generada con asistencia de IA)