Escucho a mi corazón
y siento su vació.
Me duermo
y despierto
en un sueño
donde la luz de la luna
ilumina los latidos
de una existencia
que necesita escuchar,
escuchar el ritmo
de su corazón gastado
para que todo tenga sentido.
Me desvanezco en el silencio
para que mi alma llore
por ese amanecer
atemporal y crepuscular
donde las sonrisas
y las miradas
no son añoranzas
ni recuerdos,
son la sensación
de una vida plena
sin vacíos.
Pippo Bunorrotri 29/01/25