Escribir

¿En qué consiste sino en interrogar al vacío con la esperanza de que responda?

Me repito la pregunta como un mantra. Las respuestas que encuentro nunca me bastan, se disuelven apenas las nombro, y entonces regreso al inicio, al acto de escribir, como si en él estuviera escondida la revelación.

Cada palabra que trazo es un diálogo conmigo mismo. No pienso en otro lector que no sea yo, y sin embargo, al escribirme, descubro zonas que desconocía: razonamientos súbitos, destellos que iluminan lo que creía oscuro, frases que llegan como visitantes inesperados.

Escribir no es contestar. Es abrir grietas, escuchar voces antiguas en la pared, dejar que el papel devuelva un reflejo nuevo de lo que creíamos conocer.

Escribir es revelarnos.

1 me gusta