Esa compañia

Hoy puedo decir
que poseo tú corazón,
que duermo en tu alma,
no por derecho de pernada,
ni ensueño de fantasía,
no por batalla ni engaño ni conquista,
sino que por convicción
caminando atraído
por la serenidad de tu mirada
por el sentir de tu presencia
en mi alma y corazón,
en el claustro de las horas
tu recortada figura
revolotea en mi pensamiento
y ahora no me alejo de ti
ni en la sombra de la noche,
permanezco en la penumbra
esperando ese impase de tú mirada
que merece la pena.
Poseo tú corazón
sin hechizos
ni palabras adornadas,
solo siendo yo mismo
sin mascaras ni engaños;
hay días que la entelequia del delirio
me azota con ansia
por no tenerte cada hora
a mi lado en mi almohada,
pero la razón del corazón
sabe que estás ahí
para que ella repose su sueño
sobre mi hombro cansado,
para que deje su angustia y su pena
en la mesita de mi pecho,
porque tú eres esa compañía
que merece la pena.

Pippo Bunorrotri 10/03/25