Precioso, transmitiendo esa breve intensidad del buen tiempo en el norte y con esas pinceladas poéticas que pintan un hermoso homenaje. Un abrazo, amiga!
cada breve estrofa es de un preciosismo delicado !
encantado de leerte !
…Recostado en un extremo
con la bruma del orballo,
duerme un libro de Pessoa
en un sueño de cal blanca…
Como un patio
es tu alféizar de poesía
donde reposan tus brazos.
Y el canario…
mirando a la ausencia irse
con los ojos entornados.
Buenas noches. Permítame comentarle que me he dejado transportar hacia aquel alféizar de poesía. Y, complacido, me repito la música de los versos. Agradezco, en sus pausas.
Qué sorpresa, María… Me has dejado sin palabras. En cada verso, pones un guiño. Hemos tenido muchas conversaciones escritas, mucho intercambio poético, química. Cierto es que me perdí un poco de este parnaso-bar de letras, pero no olvidé la admiración hacia tus poemas, desde aquella vez que puse en el punto de mira “a la mujer nueva que escribía tan bien”.
Volveremos a encontrarnos de continuo en el alféizar, Mariquilla.
Mil gracias por esta hermosura.
Me gusta que te guste, lo hice desde el cariño. Me hiciste descubrir un camino nuevo y tan hermoso del que ahora no me puedo, ni quiero, desprender…
En este alféizar tuyo hay mucha y buena poesía, cordobesa; aunque me gustaría que abrieras más veces esa ventana para que vuele el canario…
Qué hermoso!!! Me ví paseando bajo esos alféizar…ah! como se extrana viajar… Que fortuna tener tus versos que nos transportan. Besitos querida mi querida Mari.
Y el canario…
mirando a la ausencia irse
con los ojos entornados.
Jajaja eso me dió mucha risa y me acordé otra vez de los angelitos aquellos. Es que esa imagen no se me borra.
Bella dedicatoria a través de tu alféizar floral.
Versos hechos brisa cantábrica y canto de canario que acarician jazmines y geranios.
¡Encantador tu poema, María!
Abrazos cariñosos