Es, tal vez,
el alma y sus laberintos
que se oscurecen con la pátina
del tiempo.
Y necesitas la luz tenue,
en esta mañana fría
de cristales rotos
que corta el aire
y desabriga el cuerpo.
Es, tal vez,
que vas deambulando
ensimismada,
arrimada a la pared
de una fachada peligrosa
que aguanta en pie, soberbia,
bajo su cornisa movediza
e inestable.
Es, tal vez,
que se entibian los vacíos
de casa abandonada
y puerta cerrada.
Y resistes los embates.
Y te aferras a ellos
como si todo
se te escapase de las manos,
como si encontraras tu verdad primera
en cualquier callejuela,
empedrada y recóndita,
de tu pensamiento.
Es, tal vez,
que te descalzas de los días,
de los zapatos viejos
y dejas atrás
sus huellas desgastadas.
Es tal vez, el viento… …el aire que te lleva, el que levanta el polvo perdido en el camino.
Encantadores y hermosos versos, poeta; es bueno deambular en el tiempo!!! Bella inspiración poética!!! Abrazos, María.
“Es, tal vez,
que vas deambulando
ensimismada,
arrimada a la pared
de una fachada peligrosa
que aguanta en pie, soberbia,
bajo su cornisa movediza
e inestable.”
Un precioso poema, María, tal vez te inspiraste en la foto, pero retrataste el alma apagada de una vida solitaria que vive en sus recuerdos del pasado.
Un abrazo.
Es “tal vez” lo más empático y bonito que he leído, María mía… y ese final que lleva todos los sentimientos a la naturaleza, tu naturaleza… espectacular!
Muy bello poema donde nos dibujas de manera muy sutil en tus versos la resistencia a quedarnos anclados en el tiempo.
Imágenes que van de la mano a la fotografía que expones en el poema.
Un abrazo María
¡Esa pausa! “Tal vez”. Me cautiva. Como si encontrara mi verdad.
Qué lindo poema miga
Y sobre todo, aleccionador. Aprendí una palabra nueva “pátina”.
¡Gracias!