Es la vida una jincana

Dejańdome la vida en el empeño
el pellejo a menudo me he jugado,
por un mañana alegre y halagüeño
que a gozar me ayudara con agrado.

Que dando tumbos yo de lado a lado
sin rumbo fijo igual me habré movido,
ante lo cual ni estando jubilado
por desgracia los sustos los olvido.

Será que terco habré de veras sido
que al tirar con tesón hacia delante,
todos los contratiempos he vencido

sin medir los obstáculos, no obstante.
Porque siendo la vida una jincana
querer obviarlo no me da la gana.

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