¿Hay propósito?
Tanto tiempo caminando.
Días, a veces largos,
a veces estrechos
como esos ríos que no aparecen en los mapas.
Es difícil saber si ocuparon mucho o poco espacio.
¿Qué mide más: un año o la soledad de un día de domingo?
Viaje sin horario, sin fecha de llegada.
¡Con lo que te gusta planificar!
Te sorprenden los parajes que pasaste:
algunos corrían rápido delante de tus ojos,
igual que los campos desde la ventanilla del tren;
otros se detenían, lentos, como una piedra en el lagrimal.
Lugares nunca visitados, lugares perdidos, temidos,
ansiados, añorados, deseados, malgastados.
Caminos recorridos en vagones de tercera
y algún Orient Express.
(Es poética, la queja… pero no exageres).
Sí, dos o tres precipicios podrías haber evitado…
¡Esa atracción por el vacío!
De todo se aprende.
Lo importante…
¿Hay propósito? Vuelvo a preguntarte.
¿Lo importante?
Echas de menos los segundos, dices.