Eres mi Luna

El molino estaba ahí, restaurado con fondos de la gente del pueblo, vivió sus mejores épocas con esos locos romanos y perduró en el tiempo piedra a piedra, gota de agua a gota, inmortal. Tu te sentaste al lado del hórreo, ya pasaba de la media noche y todos habíamos bebido unas copas de más. Me llamo la atención que te apartases del grupo y me preocupo tu recogimiento, y más cuando ni hacía dos días exploraste mi cuerpo en mi habitación después del café.

Fui vacilante hacia ti, remolón sin trazar curvas, aún no había bebido para tal hazaña, y te pregunte que te pasaba y me lo soltaste sin escaparte en metáforas, a palo seco, me dijiste: ¿qué sientes por mi?.

Eso me dejo descolocado, todo el vodka del mundo no me habría ayudado para responder pero tuve que sacar a la bestia y ser sincero, sin tapujos. Te conteste, mirando tus ojos perdidos en mi con los cristalinos a punto de romper a llorar, quizás el alcohol sensibilizara su duro corazón, o era una trata para que ablandase el mío, cosa difícil después de mi larga trayectoria en convivencia con el sexo femenino. “Que quieres oír la versión corta o la larga”, le solté intentando romper un tempano profundo y me dijo: “no te hagas el sarnoso no te pega pedazo de cabrón”…. (me ha matado), la bestia tenía que ser sociable y sincera todo un complejo termo nuclear con sirenas a lo loco por un escape radioactivo o como un meteorito a punto de estrellarse contra la tierra. Versión corta. Suelto sin pensar, ¿buscas un te quiero?, ¿un te amo?. Me dice: “sabia que eras un capullo cuando no te tomas las cosas en serio pero quítate el disfraz, conmigo no cuela”.

Directa al corazón con dos cojones.

Como se que me va a leer y puede suscribir lo dicho voy a hilar fino… “Me gustas” … “Cuando estamos juntos las horas pasan más rápidas que la propia vida” … “Siempre estás ahí cuando salimos con la complicidad de la noche”… “Eres mi nena”.

Me responde: ¡no me toques los ovarios!, no soy aquella niña con la que salias en pandilla en el colegio a la que tenias en la tercera fila porque estabas con la que fue tu mujer hasta que nos dejo.

Ahí me desarmo, me toco la fibra con la que no puedo luchar y suspirando profundamente le solté en plan macho cabrio… “¿Qué esperas de mi?.

  • Sinceridad y no un polvo cada dos días.

Segundo aplastamiento sin salida alguna, miré hacia los demás y vi que aunque estaban absortos en la fiesta nos miraban furtivamente esperando una noticia, algo que celebrar. Pero soy una bestia salvaje, un hijo de perra al que la vida le ha dado demasiadas lecciones y no encuentra el momento para soltar amarras y dejarse llevar, pero cogí aire, la mire fijamente me puse con la rodilla al suelo y llenándome de valor sabiendo que era objeto de todas las miradas le dije. “si contigo puedo amar y sentir tu cuerpo en el mio que puedes esperar de mi que no te cause devoción, porque si tu me entregas tu alma y yo dejo que entres en la mía, no esperes amor eterno que no tengo, espera mi compañía, mi día a día, la ilusión de poder acompañarte en un camino lleno de espinas, de fango y obstáculos, pero que para mí no son nada si no lo cruzamos juntos”

Sentí su abrazo con tal fuerza que mi aire se perdía sin oposición.

Nos besamos.

Al lado del molino se escuchaban las frases típicas de la locura, “¡¡¡iros a un hotel!!!”.

Cruzando el puente de madera están los campos de maíz, donde los jabalíes cada noche hacen estragos para alimentarse, me llevaste de la mano, dejamos las cazadoras en el suelo, me desabrochaste el pantalón…. y me soltaste una de las tuyas… “Siempre que yo quiera serás parte de mi”… “no necesito una excusa”… (con una burla graciosa dice en bajito)… “he doblegado a la besta salvaxe”.

Mi silencio es mi condena.

Tres cuartos de hora después nos unimos al grupo, volver a la realidad. Gritos Celtas conmemorando la conquista de una pacifista a un alma guerrera, doblegada por una razón superior, esos momentos de placer, que mandan en las personas, en las parejas, en las almas errantes. Tocado y hundido, por la que menos pensaba, por la peor de las brujas, una demonio de curvas perfectas, la que ha sabido leer entre lineas quien es la Bestia, los conductos de sus venas, sus palabras, el mensaje que transmitía, la paz que necesitaba en su vida.

La fiesta como era de esperar volvió a dejar manchas, sigue faltando ropa, sigue la resaca persiguiendo hasta al último mono pero ya es viernes y el fin de semana está ahí, ya no hay marcha atrás, solo el mañana sabrá que nos depara.

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Inmenso!!!

saludos @ReveCossue

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Me ha encantado… Magnífico relato. Bravo!

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