Érase una niña
a un peluche pegada
y un peluche
pegado a una niña perdida
en el infinito abismo de una mujer adulta.
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Preciosa introspección…y magnifico poema.
Saludos
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Hermosos versos Mabel, siempre es un placer leer tu poesía. Un abrazo
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Como siempre, muchas gracias Pedro1
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Estimada amiga Lohiro, muchas gracias por su lectura y amable comentario.
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Yo tuve un peluche durante más años de los que se suele tener uno… no digo la edad porque me la guardo… no sé dónde acabó en una de mis mudanzas ya adultas… Me llevaste a esos momentos pegados… Gracias! 
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