Despierto y taciturno;
sorbo a sorbo
del néctar
de tus vértices .
Te lleno de caricias,
sin límite de tiempo.
Y en la vorágine
del deseo;
nos prometimos
entre jadeos,
y silencios infinitos:d
una muerte
que sucumbe
a la vida.
Despierto y taciturno;
sorbo a sorbo
del néctar
de tus vértices .
Te lleno de caricias,
sin límite de tiempo.
Y en la vorágine
del deseo;
nos prometimos
entre jadeos,
y silencios infinitos:d
una muerte
que sucumbe
a la vida.
Bello, Eve!
Muchas gracias , Mariaprieto.