Sopla el viento
las cenizas de la noche
que la alborada destierra
hasta que yace el ocaso.
Sopla el viento
de regreso el insomnio
a cada puerta,
desahuciando la luz
de cada verso
la oscuridad a la alborada
sentencia,
trizan sus alas,
no podrá elevar al sol
sobre su espalda.
… Fallece el alba.
Sopla el viento,
las ventanas ya no muestran
sus adentros.
Quién colocará en su sitio al sol
si no hay mañana,
quién sustituirá su ardor,
quién sepultará su alma.
Sopla el viento
la mirada oculta de la luna
gimiendo pétalos negros.
El dinamismo del viento, pareciera degenerar en un estado catatonico al final de cada estrofa (yace el ocaso, etc), en ese conjunto estructural,hay una ruptura que lleva a cuestas la simetría del poema, lo cual demuestra el propósito del poeta, de lo que fue una sensación, ahora surge una sentencia, estableciendo un juicio de lo real ante lo que tuvo de fantasía el acto poetico.
—Aplausos.
Desde luego Domingo, es un gustazo leer tus comentarios, en éste, en concreto, es como contemplarme en una radiografía de mi corazón, cabeza y pluma, tomándole el pulso a mis palpitaciones.
Es todo un placer tenerte en mis poemas.
Un fuerte abrazo.
Aveces cuando se pierde la luz, aparece quien menos esperas, como esa cara oculta de la luna.
Muy grata es tu compañia en este mágico camino de los versos.
Un fuerte abrazo Wallace.