Con la longitud
de tus pasos lentos
entre las sombras
de un día centelleante
que vira a la opacidad
de las trémulas horas
remolcando los quehaceres
para llegar a esa noche
donde tu sombra
usa tus pisadas
para deslizarse hacia adelante
oscilando ante el peso
de los pesares de un día
que nació centelleante
y se disolvió
en la quietud del tiempo
dejándote lágrimas
de un porvenir incierto
desdoblando
en el antes y después
de ese día entre sombras.
La tristeza se desliza en el poema, los versos son un clamor en el silencio del recuerdo. El poema parece un velo que solo el autor lo descorre y mira.
Gracias , cierto, he de confesar que este es uno de los poemas escritos en el hospital… después de haber salido de la UCI.
Gracias y un abrazo. Bona tarda:rose: