Bonito homenaje a los libros, Walla. Esa idea de la cabina callejera, es excelente. Es frecuente en las ciudades de muchos países pero en el nuestro no abundan. Aplausos por tu poema, y que tengas buen día.
Me encanta la imagen. La biblioteca de mi pueblo está en el antiguo edificio de la cárcel (1680), en la planta de arriba. La de abajo son salas para exposiciones y las celdas son ahora los baños. Me encanta cuando se les da un uso así a lugares tan dispares.
Verdaderamente es una aventura cuando abrimos por primera vez un libro y te ofrece todo un mundo de sensaciones…al alcance de tus manos.
Precioso poema para el reto, amiga! Gracias por ello!
(PD: En los pueblecitos que estuve por las sierras de Salamanca; también hacían intercambios de libros y tenían algunos rincones en las calles para ello.)
Es maravilloso cómo cada pueblo, cada ciudad, cuida y conserva sus espacios de lectura. Y en pueblos pequeñitos es más de agradecer todavía.
Gracias, María, por el reto y tu comentario a este poema
La imagen proyecta el origen de los libros un bosque de pinos respaldando la cabina, donde letras como las tuyas esperan pacientes la sagacidad de las mentes.
Por acá en los pagos que habito, no hay cabinas con libros; pero se ha instaurado la costumbre de dejar un libro en la mesa del cafe, quien lo encuentre, debe dejar otro sobre la mesa, asi yo pude tener “entre mis manos” 《Confesiones de una Chaman urbana》 de Gabriela Roth.
Aplausos @wallacegere .
Muchas gracias, guapa.
Como te dije, ya vi la foto de la biblioteca de tu pueblo y es un maravilla.
La imaginación al poder y al servicio de la cultura
Cuando un libro cae en tus manos no se irá sin que le acaricies completo, renglón a renglón, página a página, pero a veces son tan buenos que vuelven para reflexionar lo leído. Encantas con tus versos querida poeta amiga. Un abrazo tinerfeño
No se puede describir con palabras lo que uno siente cuando se deja llevar por lo que lee y queda atrapado en ese mundo ficticio, en el que cada uno se convierte en protagonista de una historia y la vive feliz, sintiéndose vivo y dando razón de ser a unos personajes que el escritor simplemente ha perfilado y nosotros los creamos de manera ilusoria como si de una película se tratara.