Enemigos

Tengo la impresión de que somos enemigos cuando por las noches pelean nuestros cuerpos en guerra sin cuartel.

Hay levantamientos armados, sometimientos. Manos aplastando par de guerrillas sublevadas bajo tu blusa. Ataques suicidas a trincheras en llamas.

Campo de batalla la piel donde caricias ruedan pecho a tierra. Ayes y gemidos que parecieran de dolor.

Escaramuzas en cordilleras y cañadas. Labios poniendo en estado de sitio puntos estratégicos. Ataque de besos por tus flancos más vulnerables. Susurros señuelo para el caballo troyano.

Pípila incendiando con la antorcha la alhóndiga, almacén del placer, rendida ante el asedio del deseo insurgente.

Como legión griega arremetiendo a ariete las puertas del castillo.

Esa guerra, amada enemiga, por extraño que parezca, es un medio eficaz para firmar amorosos tratados de paz.

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Exquisitas letras.

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Estimado @JetSat , disculpa que tanto tiempo después venga a agradecerte tu paseo por este texto y la gentileza de tu comentario.

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