Ante un hombre de piel negra, dos policías uniformados se detienen. Gorriones, palomas y tórtolas cesan en su incansable actividad, hasta un niño deja de botar el balón. El hombre mete la mano en su bolsillo, extrae un mechero y prende el cigarrillo de uno de los policías.
Foto de mi autoría
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Muy bueno, compañero!! Los prejuicios… que nos hacen pensar lo que no es.
Para reflexionar en ello.
Un abrazo, José!
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Puedes editarlo, cortar el código de la foto, añadirlo debajo del texto y luego le das a guardar.
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Gracias, María. Creo que ya lo he arreglado.
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Gracias, Noracris. Saludos
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Ese giro de guion, ese golpe de efecto al final del relato, indica claramente que estamos ante una obra excepcional. Mis felicitaciones, @J.R.Infante .
Un cordial saludo
Muchas gracias, Verbis. Me alegra que te haya gustado. Saludos