En una cruz

En una cruz
estaba tu figura
y no la vi.

Pasé de largo,
un día y otro día,
y te ignoré.

Nada decías,
tan solo me miraban,
tus ojos tristes.

Indiferente,
hablaba con los hombres
y con mi sombra.

Así pensaba:
“estoy muy ocupado”,
y te ignoraba.

Sangran tus manos,
tu frente y tu costado,
se nubla el sol.

Y la soberbia
del hombre envanecido,
cayó por fin.

Llegó la noche,
el miedo y el silencio.
La soledad.

Y te busqué.
Pedí me perdonaras.
Y ya no estabas.

Miré a los cielos,
y en ellos vi tu mano
y el corazón.

Aquella cruz
que ahora yo portaba
era la tuya.

Rafael Sánchez Ortega ©
21/04/20

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¡Es un poema muy lindo!
¡Muy intenso!
Saludos.

Gracias Aldanalisis.
Saludos.

Hermoso escrito,Rafael!!Muy hondo y espíritual… Saludos,poeta!!

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Gracias Silvelart3000
Saludos

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