Maravillosa inspiración y maravillosos versos.
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Excelentes versos amiga describe a la perfección el detalle de las estatuas aunque realistas carecen de alma. 
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Me alegra que mi poema haya suscitado esa reflexiones tuyas tan completas y profundas sobre el arte.
El alma de la obra se la pone el que la hace y el que la mira…pienso yo.
Gracias por leerlo, Ludico.
Un abrazo!
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Gracias mil, Gali!!
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El alma se la ponemos nosotros…los que las crean y quiénes las contemplan. 
Gracias, Romstine por tu visita a mis letras!
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Dos almas distintas se comunican por medio de la obra, uno de los místicos efectos del arte. Buen dia Maria. Saludos cordiales.
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Esta vez, en la palabra has dibujado un mundo interno, de los que, fotográficamente uno quiere adentrarse. Mis aplausos!!!
Saludos María
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Excelente poema, María, sobre una obra prodigiosa que nos deja asombrados. Bellissimo!
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¡MARÍA PRIETO! Llevo rato leyendo el poema y no sé que comentarte, no encuentro las palabras.
Yo estoy aquí, en la Tierra de Miguel Ángel. Esa estatua la he visto varias veces en el museo e infinidad de veces en La Plaza de Miguel Ángelo en Firenze. Siempre presenciando a cientos de personas contemplándola, porque es una Obra que a sido replicada a través del tiempo miles de veces…
Solo se me ocurre decirte lo siguiente, querida Mari:
Tu eres arte vestida de mujer
te desnudas mostrando el arte con palabras.
Un millón de besos, abrazos y aplausos, que duraran el tiempo que dure el David de Miguel Ángel.
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Gracias, Martín! Me encanta hacer poemas sobre el arte, en este caso dejé mi mirada poética en esa inmensa obra del gran Miguel Ángel.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu apreciación!
Buen domingo, José Manuel.
Me gusta hacer esos poemas desde mi óptica de aficionada al arte.
Gracias por tu efusivo , comentario!
Un millón de abrazos, amigo!
Y aprovecha esa estancia en Italia para enriquecerte con el arte que tanto abunda en ese país.
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Precioso María, de verdad. Saludos.
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Gracias a ti Mari. Tienes mucha razón, Italia es un país de mucha historia y mucho arte que la recoge y la hace inolvidable en sus museos y plazas, además de en sus ciudades y pueblos medievales que fueron escenarios de todas sus luchas y aún guardan celosamente todo lo que quedó salvado de ellas.
Un fortísimo abrazo.
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Gracias, amigo!
El alma de la escultura traducida en versos, que dan vida al alma del mármol, sacando a la luz una fría sensación de soledad, en la que se ve la personificación de la escultura y la soledad de estos tiempos, en el que las personas a pesar de estar entre multitudes, en el fondo, sienten esa soledad que les acaricia las entrañas, atrapándolas. Cuanto más tumulto, más sensación de soledad para algunos. Espléndida mirada la tuya, poesía pura. Saludos.
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Muchas gracias, Pedro, por tu completo y bonito comentario! Intentando sacar el alma a esta bellísima escultura de Miguel Ángel…es lo que me sugiere, aunque no fuera la intención del artista…
Un abrazo de buenas noches!