En qué páramo
de mis entrañas
quedarán enlutadas
tus caricias,
tus risas,
tus besos.
Todo vivo
en mí,
criaturas huérfanas
en mi presente.
Como quedarán
las heridas
retorciéndose en mí
hasta el último hálito.
Como quedarán
mis entrañas
arañadas
con tu olvido.
Como quedarán
mis hojas del calendario
con tu dolor perenne.
Y caminar de nuevo,
cuesta arriba todo
sin tus palabras
de consuelo.
Sin tu guía
en mis sueños.
Amándote sin tenerte,
queriéndote sin verte,
soñándote sin abrazarte.
Muriendo sin vivirte.