Ya no quedan estrellas
que miran guiñando un ojo.
Las noches se volvieron
tinta de azul intenso sin luz ni brillo.
El campo se tiñó de escarcha
y la luz entre los árboles
baila juguetona con las ramas.
Son los recuerdos
de las navidades pasadas,
que como danzarinas,
vuelven para jugar con mi pelo.
El tiempo viaja por mi mente
a lomos de nubes de algodón
y turrón de sueños.
Transmiten tus versos esa melancolía infinita que imprimen las navidades cuando el tiempo va cubriéndonos de añoranzas y recuerdos, me siento muy identificada con ese sentimiento agridulce de la Navidad!!!