Todavía el recuerdo de aquel sueño,
de las rosas yaciendo
en la penumbra alzada de unos ojos
negros como la noche,
me asedia cada día.
Se precipita en todas las arrugas
de los días vencidos, en el miedo
al fracaso del tiempo,
a ese absurdo contrato
sin fecha y sin recibo.
Detrás de la pupila, va creciendo
el amargo perfume de esas rosas,
que, lentamente,pueblan
de oscuras alamedas los resortes,
podridos, de las Parcas.
¿Será este el sueño dentro de otro sueño;
o, quizá, la antesala
donde empieza el sendero
que conduce a la estancia donde aguarda
el verdadero rostro de mi muerte?
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Buen poema, José Antonio!!
Buenos versos!!
Un saludo
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Muchas gracias. Me alegro que te guste. Un saludo.
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Gracias a ti, amigo.
Un saludo
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Magnífico y brutal!!!
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Muchas gracias por apreciar y dar valor a mis versos. Un saludo.
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Buen poema. Me gustó mucho. Saludos.
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Que profundidad de pensamiento visten tus versos, con ese dolor como principio y fin de todo sueño, efímero y mortal, poeta!!!
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Me has dejado sin palabras…
Magnífico poema, de gran profundidad!
Abrazo, poeta.
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Muchas gracias por apreciar el poema. Un saludo.
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Gracias por haber llegado al corazón del poema. Un saludo y feliz semana.
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