Dejé las llaves puestas y nadie accedió
entreabrí mi corazón y no obtuvo estímulo
bombeaba la emoción e inmóvil me quedé.
En mi casa llovió aflicción.
Expolié el verso y brotó la melancolía
arranqué mi piel y la tinta se secó
apagué el alba y la noche despertó
quebré la pasión y la locura me arrasó.
En mi casa sembré vacío.
Abracé la primavera y el resuello vaciló
esperé a las aguas y me inundé de paz
dejé que en las tardes floreciera la alegría
y un soplo recobrara el impulso de la poesía.
Aplausos Chus, me contenta que recobres ese impulso, tu casa abierta y vacía aloja las poesía de ri corazón; yo presiento que siempre estara abierto. Aplaudo.