En los brazos del olvido

Puedo arrancar del camino
esta soledad de alcohol
y camuflar un bemol
en mi canto peregrino.
Puedo recordar el trino
del ave que no ha volado.
Puedo viajar al pasado
sin asomos de tristeza.
Puedo ser la única pieza
que no encaja en lo soñado.

Puedo ser algún obrero
que ensaya huelgas de amor
o el jinete soñador
que cabalga en tu sendero.
Puedo ser el agorero
halcón que regresa al brazo
de su dueña. No hay ocaso
de rima al atardecer
y el nombre de una mujer
me persigue en cada paso.

Puede que el tiempo se esfume
tras la nube pasajera,
puede que la primavera
se confunda en tu perfume.
Puede que el dolor te abrume
cuando dicten la sentencia.
La sobredosis de ausencia
no te salva de lo triste
y aquello que perseguiste
fue parte de tu inocencia.

Puede que todo se acabe:
el tiempo, la cercanía,
la puerta hacia el nuevo día,
lo que de sobra se sabe.
Pueda que no vuelva el ave
por el pichón en el nido.
Ahora, que me suicido
con sobrantes de aguardiente,
puede que muera inocente
en los brazos del olvido.

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Todo queda en los brazos del olvido. Muy hermoso. Saludos cordiales.

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