Hay un rumor de aves en la mañana que despierta, un bostezo de sol, una bocanada de horizonte. Una sombra que se cierne más allá de la muralla que separa lo visible de lo invisible. Y un cántico de esperanza es un himno que invade todas las dimensiones de otra realidad que nos envuelve, más allá de lo evidente, luchando incansablemente, por salvarnos. El león camina por la selva, acechando a su presa, como siempre. El hombre, ya no camina por las calles, es acechado y es presa, del miedo y de un depredador formidable, que lo diezma, que lo aterra, que lo destierra desde la comarca de la cotidianeidad hacia las cuevas ocultas y oscuras de una rutina desconocida, en las entrañas de su hogar.
Es primavera,
mas hay tempestad de hojas
que se marchitan.
Ese miedo, ese retrato de lo que fue y que ahora se ve tan distinto pero sin olvidarlo
Sí, fue un período de tanta incertidumbre, y un período muy largo además.
Qué lección tuvimos para la humanidad toda. A ver si estamos mejor preparados para alguna próxima.