El día es nublado
y las nubes se posan florecidas y radiantes en mi ventana.
Los pajaritos cantan, las mariposas sonríen, las palomas se bañan en un charco de agua que dejó la lluvia del día anterior.
Quiero montar las nubes
así cabalgar el cielo
alzar mis alas y llegar al universo.
Sembrar rosas en el espacio…
Subir la montaña más alta,
caminar encima del mar, caminar sin sumergirme en él.
Quiero ver el bosque florecer y no verlo más morir,
no quiero ver el bosque morir.
Quiero que los unicornios dorados puedan volver a nacer,
que sean libres, que la maldad no los mate.
Quiero hablar con la luna,
llorarle primaveras al universo,
reír a carcajadas en el espacio.
Estoy cansada de ver a mi alma desprenderse de mí.
En el sueño de una noche cualquiera con las manos atadas a tu cuerpo,
con el corazón perdido, con el alma llorando y los ojos sangrando.
Quiero ver el sol en la oscuridad…
Quiero inventarme un amigo imaginario para conversar horas con él y
que la noche no sea tan solitaria; compartir una taza de café, que diciembre no llegue tan pronto, que los descansos sean más largos, que los versos nunca descansen.
Quiero sentir la música recorrer mi cuerpo;
que mi piel se erice… sentirme desnuda en la multitud.
Quiero desnudar los pétalos de mi alma, y dejarlos caer junto al mar.
Quiero ser cenizas…