Hay momentos, experiencias, pérdidas que irremediablemente cambian nuestro mundo, para siempre, como unas lentes que no nos podemos quitar. Forma parte, qué duda cabe, de la vida.
Siempre que haya un recuerdo, una memoria, seguirá vivo… nadie se va por completo si un corazón nostálgico le dedica un latido, en una noche sin luna, más solitaria por su ausencia…
En las cantatas de la muerte la noche siempre esta presente, es una constante que los días reconocen y se nublan en conivencia. Lo aplaudo don Borrego. —aplaudo .