Como el escandinavo calamar,
el Kraken, en el mar de mis deseos.
Emerges, en mi calmo navegar,
provocas mis jadeos.
Con apetito por mi carne vienes,
y ya no te contienes.
¡Febriles balanceos!
Tentáculos, tus brazos al amar,
yo barco de papel
y en la proa, tu boca,
que me eriza la piel.
Me arrastra el remolino de tu actuar
cuando voy a pescar
lo que más me provoca:
los peces platinados de tu esperma.
¡Mas el ansia no merma!
Disfruto el torbellino suculento,
entre feroz y lento,
y con la mente enferma
empiezo, de impudicia, a delirar…
(Autora: Marta María Requeiro Dueñas).
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He leído cosas hermosas esta semana por las redes y en esta bella comunidad y después acabo leyendo esta Silva que sobrepasa lo sublime. Si te digo que me encantó te mentiría por sé que me quedo corto. Me hiciste suspirar poeta. Muchas gracias.
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Gracias, David. Me sonrojo, porque sé que me quedó al “límite”, pero hay cosas que si se sienten debemos ser sinceros y decirlas.
Gracias por leer, comentar y compartir.
Un cordial saludo, poeta.
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Me permitiste ser testigo ocular y de singularidad al interior de tu majestuosa obra.
Estilo justificado con la fórmula evaluación que es la tuya.
Me tienes extasiada con tu mágica creación.
Mis respetos, admiración y afecto.
Un gran abrazo y saludos de amistad.
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Mil gracias, apreciada lectora, poetisa.
Un cálido saludo de amistad.