En el frio de la noche
las yemas de mis dedos
tocan la escarcha helada
de la noche congelada,
mientras las criaturas
incorpóreas de mis miedos
colorean de negro
el idilio de mi sueño
convirtiendo las sombras
en fantasmas,
de ese horizonte ausente
de las emociones abstractas
donde la perturbación
es un destino inamovible
que desestabiliza
la mente.
Pippo Bunorrotri