En el bus, ellas son las únicas pasajeras que miran pasar el paisaje

En el bus, ellas son las únicas pasajeras que miran pasar el paisaje ; los otros en la palma de la mano recorren noticias, escritos, imágenes en movimiento. Otra forma de viajar tal vez, pero sin embargo todo lo relacionado con la transición, la espera, el tiempo perdido, el camino por recorrer, la presencia inoperante, ha desaparecido. Y sólo queda una ausencia, en el hueco de la satisfacción adquirida inmediatamente – ahora, y no entonces. Cuando éramos niños, nos encantaban los columpios, por los que nunca llegábamos a ninguna parte. La risa de entonces queda, en los ojos de las dos mujeres que no se conocen, como un tiempo apacible y alegre, que hace temblar la ventana. Solo ellas pueden ver las colinas bailar.

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Me gusta mucho cómo describes la importancia del camino frente a la del destino, ese no perderse el paisaje.
Y me encanta el cierre…

Sé muy bienvenida, Eva :blush::four_leaf_clover::rose:

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Nuevamente una prosa muy bien hilada, muy bien entretejida como la de tu primer escrito publicado en Poémame. Es un gusto leerte poetisa.

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Bonita prosa. Felicidades :clap: :clap: :clap:

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Y así en el bus de la vida, nos ocupamos de ser expectadores de otros, de una realidad virtual, los deseos de otros, mientras el paisaje de la “realidad real” pasa a nuestro lado sin darnos cuenta.

Muy original y buena prosa!

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Muy bonito, @genevievegenicot .
Así es… y la mirada va lejos… :sunny: :sunny: :herb:
Un abrazo