Si escapas del mundo, si te liberas y emerges,
fuera los vientos arremolinados de lo incierto.
Las nubes blancas sobre los cielos infinitos,
el peligro de la confrontación de otra realidad.
Aceptamos aquello que se nos dio en un gesto de engaño.
El mundo es una cobija para el desdén de nuestros corazones.
La niñez fue frentica y salvaje, perdida en los bosques,
de una remembranza melancólica.
Si sales del mundo encontrarás sus maravillas.
Perdidas ensoñaciones de un despreocupado dios.
La maldad espera en cada rincón y en cada buena acción.
Y detrás de cada rostro hay una máscara que es su negación.
No quieres afrontar al peligro, y te refugias en las excusas de tu miedo.
Pero si sales del mundo a lo único que deberás temer,
será a ti mismo.
