Te siento, como al abandono, demasiado cerca,
arrastrada, a mi suerte,
busco un lugar en el que guarecerme pero no eres tú,
tiemblo al pensar que un día lo fuiste
y una sensación agria recorre mi cuerpo.
No puedo evitar el frío en los huesos,
esa fobia a las alturas que significa perderte,
no puedo eludir la nostalgia,
campando a sus anchas por esta habitación a oscuras.
Estarás siempre en mis venas como el tiempo
y un pedazo de mí habitará en ti siempre aunque lo olvides.
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Sombra y ausencia: un diálogo entre el tiempo y la memoria, donde el olvido arde con frío perpetuo.
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