El silencio
es la lengua preferida del poeta
el pacto memorioso
de las primeras voces
Numen y frenesí.
Callar
para decir
está pringando
abrázame
con la sonrisa del viento
En el secreto túnel de las palabras
indecibles
como la luna hirviente
entre tus manos,
poso una mirada de medianoche
para arrancarle los ojos al misterio
que
enmudecido
se oculta bajo los mangles
circunspecto
con su mutismo ignoto
desliza
susurros cadenciosos
desterrados
que la soledad impetuosa
les nombra poesía.