_Lírico _
¡Qué exquisita la estampa que la ampara!
Poseerla procede a la experiencia
que protege y de pronto desampara.
Con un beso florece su existencia,
y aunque, frágil, violenta, se apasiona
como amante que gime con urgencia.
Ella aparece y el alba conmociona,
luego pasa que el sol desaparece
porque busca calor en su persona.
El ocaso desnudo, se estremece
y le moja la vulva palpitante
con estrellas del cielo que anochece.
Luego el viento, como un niño lactante,
le succiona la miel de los pezones
cuando sopla con gracia estimulante.
De inmediato visita poblaciones,
cordilleras que envidian su figura
y con ellas comparte sus lociones.
Viento que moldeaste su escultura,
no llores si mañana se disipa
la fragancia mordaz de su dulzura.
Ella ancla, pero nunca se anticipa,
o naufraga en los mares del navío.
Su encanto involuntario, te mancipa
y juega a voluntad con tu albedrío.
Jorge Martínez C.
Autor.
Imagen: Pinterest