Y estuve trotando
sobre las calles.
Ella y yo,
por los valles.
Las palmas;
en un siniestro vals.
Levitaban,
mis pensamientos,
y huracanes.
y vientos.
Un camino directo
hacia los bordes
y olas
entre olas.
¡Ella y yo!
A solas.
Mis pies se mecían;
manecillas en concierto.
Su energía era fuerte,
categoría 4;
en un puente.
Y vi que dentro del miedo,
sus manos se abrían,
Acaso sabrían?
Acaso sabrían?
Y en su ciclón
mi calma desnuda.
Una silueta en desnivel.
“Y eres tan muda”.
Golpeas mi espalda.
Ahora giran las agujas.
mientras ella,
me empuja.
Y alzo mis brazos,
al profundo mar
y a su
regazo.