Ya me duele no haber quizás sabido
disfrutar de las cosas de este mundo,
que sin aparentar un vagabundo
pudiera dar por bueno lo servido.
Poco me congratula lo vivido
estancado en un pozo muy profundo,
en el cual con frecuencia igual me hundo
al verme sin razones agredido.
A veces me cuestiono la existencia
cómo pude nacer tan inocente
al no haber elegido mejor cuna,
si no creo en ninguna penitencia
Dios no permita que sin fe reviente
sin recibir mi parte de fortuna.