El vuelo de la libélula

Sueña la libélula en lo alto de un junco

con el estanque que hoy es su casa

y mañana tendrá que abandonar.

Sueña con la hoja de nenúfar

y su baile tectónico

acunando a las ninfas.

Duerme con sus ojos abiertos

la noche antes de partir;

y frente a ellos, una cascada

de imágenes y recuerdos

adornan la espuma del torrente

y sirven de coro al canto del grillo.

Serenata que pronto cesará

y su silencio despertará al amanecer.

Amanecer lluvioso, triste y gris,

pero tranquilo y reposado

para desplegar las alas

y navegar entre mareas y ventiscas.

Sueña la libélula en lo alto de un junco,

sueña con un día más;

un día más de olor a tierra húmeda,

un día más junto a peces circenses;

junto a rayos que vibran sobre el río,

hijos de la sirena y su arpa.

Despierta la libélula;

al fondo, el océano.

Despierta y su enjambre espera,

y rumbo a no se sabe dónde

quiere perderse entre sus miedos,

perderse

                       para encontrarse.
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Me ha parecido una gran metáfora, esa libélula no es tal, es la incertidumbre que espera en la mañana…
Bellísimo y lírico, con imágenes preciosas!:blue_heart::blue_heart:

Un abrazo, Pedro! Me gusta cómo escribes. :heart_eyes::writing_hand::writing_hand:

(PD: Yo también tengo uno con ese título).

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Muchas gracias por tu comentario, María. Es un honor saber que es de tu agrado. Sí, es cierto… Lo has publicado en alguna ocasión y me llamó la atención la coincidencia del título.

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Maravilla, por favor! :heart: :heart: :clap:

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Muchísimas gracias, Tali. Se agradecen tus palabras. Saludos, compañera.

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Bonito está
Aquello de dormir con los ojos abiertos
esos rayos que vibran sobre el río
el mar que le despierta
su miedo migra
el pie final
para encontrarse
libélula

¡Wow! Me transportó. Un fuerte abrazo poeta.

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Gracias, compañero. Me alegro que la lectura del texto haya tenido su efecto evocador.