Lírico.
Hay noches que la inspiración
se escapa,
se va de gira a recorrer la estepa
porque alguien más le llama.
¡Ahora no tiene importancia!
Se fue hace días
y me deja deudas en la estancia.
Inspiración ingrata,
no dejaste ni una carta
y me río mientras el calor
le da a mis mejillas
un rojo escarlata.
¡No avanzaré agachado!
Llevaré la frente alta.
Desde un pedestal sin precedentes,
el amor salta.
Un suicidio por temor a lo sucedido.
Si quedaba algo puro,
ahora en apuros
el deseo corre indecente.
Vete con el resto de la gente,
dejé de ser de tu religión
un creyente.
Ya nadie te adora en tu región,
tu admiración es deficiente.
Voy tirando letras sin sentido.
Sin motivos,
tengo fuerza en mis latidos.
Por pura venganza, serás mi fugitivo,
la bondad esta noche no me alcanza,
la lujuria anda hasta los pies descalza,
siempre es un regocijo
padecer los placeres de su aguda lanza.
La verdad, no sé recitar alabanzas,
mucho menos a esta hora
en que mi fe se pone en marcha
muy sonora.
¡Lo perdí todo!
La vergüenza se siente incómoda
en mi cara.
Siente mis ojos acariciando
tus glúteos con ganas.
La rigidez de mis zonas bajas,
tú las sanas,
y no es por amor,
es por ceremonias paganas.
Por hoy, solo por hoy,
nadie gana.
Me olvidé del calor
cariñoso
y me volví con valor,
muy mañoso.
El corazón, dentro late engañoso,
y te mando un abrazo tierno de oso,
y tu respiración
terminará en un pozo,
y contigo me hundiré lleno de gozo.
Mis letras salieron por la puerta de atrás
¡Me roban la paz!
pero tienen compás
y un tono que recrudece falaz.
¿A quién a esta hora amarás?
Yo te compongo la canción de nunca jamás.
Parece que como siempre, tú ganas.
Inspiración con alma de niño,
por capricho
o por la bondad del cariño,
de mí, nunca descansarás.
Jorge Martínez C
Autor
Imagen: DeviantArt.