Del último papel de su libreta,
fluye un verso que guarda en el abrigo:
—Estos días azules —, van conmigo;
—este sol de la infancia —, en su silueta.
No ha teñido su sangre la cuneta,
como en Víznar la sangre del amigo,
fue esa pena que siempre está consigo
la que hirió el corazón con su saeta.
Mirando al otro mar, el mar de España,
navega entre la muerte que barrunta
absorto en el azul de la otra orilla;
su madre que en silencio lo acompaña,
en sus ojos se pierde y le pregunta:
Antonio, ¿Ya llegamos a Sevilla?
¿Cuándo llegamos a Sevilla?, preguntó doña Ana Ruiz, la madre de Antonio Machado -maltrecha, desorientada, al filo del mapa y de la vida- camino de Colliure, donde madre e hijo morirían un mes después, en la misma habitación, de la misma pena.
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Que bello y que sentimiento, así es, esos versos que guardaba en su abrigo y esa pena que le desgarraba por dentro, muy emocionante la lectura, poeta!!!

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Muchas gracias, hace unos años, cuando viví en Barcelona fuímos a visitar la tumba del poeta en el Ancien Cimetière de Colliure.
Hice el camino a pie junto a varios poetas andaluces desde la estación de Colliure al hotel Quintana y pude ver la habitación con las dos camitas donde se dejó morir,
Don Antonio Machado sigue vivo.
Fue una experiencia inolvidable que siempre recomiendo a los verdaderos amantes de su poesía.
Saludos
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Muchas gracias!! el maestro de los maestros y uno de mis poetas de cabecera en todos los sentidos…
saludos
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Muy hermoso. El gran Félix Grande, en su magnífica obra Memoria del flamenco, rememora ese episodio . Una maravilla de soneto. Saludos.
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De nuevo agradezco tu visita y comentarios…
Abrazo vuela
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Muchas gracias Pradoalto,
saludos
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Me alegra mucho que hayas conseguido esa gran obra. De igual manera te recomiendo su poesía. Un saludo.
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Gracias José Antonio estoy en ello
saludos
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Excelente tu recomendación de Félix Grande, he avanzado en su lectura y me parece un poeta francamente bueno al cual desconocía,
Un saludo
P.D: destaco este poema por si no lo has leído:
Mudo que rompe a hablar
He querido expresarme
Toda mi vida he querido expresarme.
No tengo otro destino, otro afán, otra ley.
Fui actos sucesivos
y el olvido que destilaban
los corroía a ellos y a mí.
Sobre los actos fui palabras
y ellas buscaban una lumbre
que no me calentaba a mí.
Palabras y actos juntos
nada son sin placer del cuerpo.
Ahora regreso de esa vida umbría
buscando siempre calor de mujer.
Palabras y actos sólo allí me expresan.
Tu piel junto a mi piel, eso es lenguaje.
Todo cuanto pretenda enmudecerlo
maldito sea.
(Félix Grande)
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Me alegro que te haya gustado. Conozco el poema, muchas gracias. Un saludo.
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