“El tren es como la vida, a veces lento pero, siempre llega a su fin”

Te vi. Como suspiro que hace pasar el tiempo, con brillo, con dulces ojos color melancolía, todo cariño. Te vi y sentí presa en mi corazón, ¿Quién eres? ¿Quién es? ¡Que se quede conmigo! ¡Que me vea, me sienta, me compadezca! Y vuelvo a tus ojos, tu mirada no se puede expresar ni con los versos más bonitos de Bécquer. Tú y tu presencia una sentencia de valor y dulzura. Mi corazón palpitó, como el de un niño en su primer amor, beso, acto de seducción, ¿Qué es lo que tú impones en esas palabras que como canción larga, sonora, pausada me lleva, me desplaza como el guiar del tren, ¿entiendes?, quien mejor lo diría, un tren.
Se oyen aun tus palabras (a pesar de la distancia), tu dormir en silencio, tus labios, tus parpados caídos por ese cansancio natural. No llegaría a sentir nada parecido por la simple razón de que no hubo tantas estrellas fugaces en una noche ni como contarlas por el solo hecho de verte dormida con ese reflejo de las estrellas en tu rostro. No cegarían la belleza que irradias, que entregas. ¿Sabes?, una nota de color es decirte tres líneas en una pequeña hoja y resumirlas en veinte. Suspiros en el sueño del cansancio, verdades en el frío de la noche.

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Súper lindo! Me encantó. Un abrazo.

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Bonito texto, compañero!:rose:

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Inmensamente bello… Un saludo.

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Muy hermoso. Saludos cordiales.

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