Caminas envanecido
en la línea reta del horizonte
con el botafumeiro
lleno de incienso y deseos,
oliendo a nardos marchitos
hasta el quiebro
de la línea de tu horizonte
donde el tiempo se ha roto
y miras la escarpadura
contemplando el abismo del vacío.
En tú mirad la melancolía
es virginidad muerta,
es el olvido del recuerdo,
y en tus manos llevas
la fina hebra de bambú
con la que tejer las ilusiones
de tus sueños lejanos
en el pliegues del viento
de un tiempo roto.
Te sientas, con los pies colgando
en el abismo del horizonte
oyendo la lluvia de la amargura
de las lágrimas de tus recuerdos,
que se han quedado
en las horas confusas
de los clamores turbios
de unos suspiros y lamentos
por la pasión de unos besos de fuego
que se han de quedar
donde el tiempo se ha roto.
Eres una silueta
de ébano negro y blanco
que huele a nardo florido,
nadie besara tu rostro,
nadie acariciara tu piel,
las estrellas se reflejaran
en tú melena negra
que se va haciendo de plata
mientras esperas estoico
donde el tiempo se ha roto
a que el tiempo disponga.
Se me antoja que en conjunto es una gran metáfora de la vida.
Y es que en la vida, hay tantas veces que nos sentimos solos y perdidos. Pero aún así, de alguna manera encontramos fuerzas de adentro o de algo externo y seguimos adelante. Todo con la esperanza de que algún día vamos a encontrar lo que siempre hemos buscado.
Creo que es un poema total, un resumen de sentimientos activos y pasados pero que no mueren ahí…existe un intento tranquilo, pero sin pausa que incita a seguir viviendo, aceptando los limites de la propia existencia.
Muy buenas metáforas y un ritmo vivo durante todos los versos.
Es un poema que huele al acontecer de una vida, al devaneo de nosotros mismos con el tiempo y con las ilusiones perdidas. Tiene imágenes muy bellas. Un saludo.
Sentarnos con lo pies colgando
viendo caer esa lluvia amarga,
Y ser uno con esa lluvia en el momento
donde purificarnos desd el dolor
también se nos permite…
Gracias Buen día
