El suelo blanco

El suelo blanco,
por culpa del rocío,
espera al sol.

La larga noche,
de enero y del invierno,
tiene la culpa.

Cayó el rocío
con lágrimas del cielo
toda la noche.

Y un manto blanco
se ofrece, tembloroso,
ante los ojos.

El sol, despierta,
y sale lentamente,
casi temblando.

Le cuesta mucho
alzarse por el cielo
sobre la helada.

Mientras, el frío,
se ceba con las tierras
y con las calles.

Casas y parques
ofrecen su blancura
tan peculiar.

“…No es la nevada,
susurran los gorriones,
es el rocío…”

Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/25

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:clap::clap::clap:buenos versos

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Gracias Pippo.