El sol buscaba

El sol buscaba
la tierra y las praderas
que aún dormían.

“Te necesito”,
decía con sus rayos
madrugadores.

Eran caricias,
preludios de jornada
con cielo azul.

Y el sol y el mar
juntaban sus colores
y daban vida.

“Te necesito”,
gemían las resacas
junto a la playa.

Y se estiraban
las olas con su estela
dejando besos.

Era la arena
el cuerpo y receptor
de estas caricias.

Y tú, poeta,
sacabas de tu alma,
unas palabras.

“Te necesito”,
decías en silencio
y en un suspiro.

Rafael Sánchez Ortega ©
31/10/24

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