Donde lleve este camino
lo confiamos al azar
pues al no saber rezar
no importa nuestro destino.
Y en contumaz desatino
vestimos regios los cuerpos
dando a las almas harapos.
Los maestros se extinguieron
sin oír lo que dijeron.
Triste signo el de estos tiempos.
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Me parece un poema profundo para reflejar la desconexión de los valores esenciales en los tiempos que vivimos.
Vivimos tiempos banales. No tenemos referentes que nos guíen.
Muchas gracias, Alejandro, por tu certero comentario.
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Dicha y lloro asirán al alma en su sino descrito. Recuerdo. Y en la cruz recordará el maternal canto.
Me transportó. Gracias por compartir su poema. Excelente.
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Gracias, Carlogaru, por comentar con tus profética s palabras mi décima.
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