Donde lleve este camino
lo confiamos al azar
pues al no saber rezar
no importa nuestro destino.
Y en contumaz desatino
vestimos regios los cuerpos
dando a las almas harapos.
Los maestros se extinguieron
sin oír lo que dijeron.
Triste signo el de estos tiempos.
Me parece un poema profundo para reflejar la desconexión de los valores esenciales en los tiempos que vivimos.
Vivimos tiempos banales. No tenemos referentes que nos guíen.
Muchas gracias, Alejandro, por tu certero comentario.
Dicha y lloro asirán al alma en su sino descrito. Recuerdo. Y en la cruz recordará el maternal canto.
Me transportó. Gracias por compartir su poema. Excelente.
Gracias, Carlogaru, por comentar con tus profética s palabras mi décima.
Tiempos banales éstos… se está invirtiendo todo…
Una gran décima sin duda!
Buen domingo, Antonio.
Agradezco tus palabras, María.
Muy sabios tus versos. ¿A dónde llegaremos?
Encantada de leerte. Saludos cordiales.
Muchas gracias, Sinmi, por comentar mi décima. Quizás sea una impresión personal , pero creo que la humanidad ha ido alternando momentos de euforia con momentos de zozobra. El presente no invita precisamente al optimismo.
Lo dejamos al azar, ya no sabemos rezar ni a quién rezarle . Gran poema.
Gracias, Marlon, por tu comentario. Saludos.