El ser y la nada

Construyo el día a partir de nada,
mato dos cucarachas y sigo mi camino,
siento que la náusea
tiene ahora dos razones menos,
para inundar de vómito el silencio.

Miro a través de la cortina
y un cuerpo desnudo
que alguna vez fue hermoso,
se oculta de la luz.

Un alma palpita adentro
de ese cúmulo de huesos,
con piel apenas para sugerir la vida.

En su mirada se dibuja una pesadilla,
pero en su corazón arden legiones
de besos y luciérnagas,
de momentos vividos
y amaneceres frente al mar,
saludados por gaviotas.

Construyo el día a partir de nada,
el olor del café en la cocina
me dice que la vida comienza
allí donde los ríos se devuelven,
porque no importa que el agua siempre corra
si la carne tiembla y el cuerpo recuerda.

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Recalco todos esos versos porque toda esa parte central del poema me parece, además de preciosa, una genialidad.
Qué gran poema, Víctor :ok_hand::rose:

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@wallacegere … Ohhh, qué lindura de comentario… demasiado agradecido…

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